
Anemia
Se produce anemia cuando el número de hematíes (glóbulos rojos de la sangre) y la cantidad de hemoglobina (encontrada en los hematíes) disminuyen a niveles por debajo de lo normal. Los hematíes y la hemoglobina dentro de ellos son necesarios para transportar oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Muchos tejidos y órganos pueden ser perjudicados sin un suministro adecuado de oxígeno. La anemia puede ser leve, moderada o grave, dependiendo del grado de disminución del recuento de hematíes y de los niveles de hemoglobina. Es un problema común que afecta a hombres y mujeres de todas las edades y grupos étnicos. Sin embargo, algunas personas tienen un riesgo mayor de desarrollar anemia, incluyendo las que se alimentan con poco hierro y vitaminas; con enfermedades crónicas, como enfermedades renales, diabetes, cáncer, enfermedad intestinal inflamatoria; con historia familiar de anemia hereditaria; con infecciones crónicas, como la tuberculosis o el VIH; y las personas con una pérdida de sangre significativa a causa de lesiones o cirugías.
En general, la anemia tiene dos causas principales:
- Disminución de la producción de hematíes, como por ejemplo en la deficiencia de hierro o de vitaminas y en la anemia aplásica.
- Disminución de la supervivencia de los hematíes por aumento de la destrucción, como en las anemias hemolíticas.
Hay muchos tipos diferentes de anemias por dieferentes causas:
Anemia por deficiencia de hierro
La carencia de hierro perjudica la síntesis de hemoglobina, lo que disminuye la producción de hematíes. Pérdida de sangre, dieta con poco hierro, mala absorción de hierro.
Anemia perniciosa y deficiencia de vitaminas del complejo B
La carencia de vitaminas del complejo B perjudica el desarrollo y la división de células precursoras, disminuyendo la producción de hematíes. Falta de factor intrínseco, dieta pobre en vitaminas del complejo B, mala absorción de vitaminas del complejo B.
Anemia aplásica
Disminución de todas las células producidas en la médula ósea, incluyendo hematíes. Tratamiento de cáncer, exposición a venenos, trastornos autoinmunes, infecciones virales.
Anemias hemolíticas
Disminución de la supervivencia normal de 120 días de los hematíes en la circulación, causando una reducción de la cantidad total de hematíes. Causas hereditarias comprenden anemia falciforme y talasias. Otras incluyen reacciones transfusionales, enfermedades autoinmunes y algunos medicamentos (por ejemplo, penicilina).
Anemia crónicas
Diversos problemas clínicos crónicos pueden disminuir la producción de hematíes. Trastornos renales, diabetes, tuberculosis, VIH.
Las anemias se clasifican en agudas o crónicas. Estas se desarrollan despacio durante las enfermedades crónicas, como la diabetes, la enfermedad renal crónica o el cáncer. En estos casos, la anemia puede no ser evidente porque los síntomas son enmascarados por la enfermedad subyacente. La presencia de anemia en enfermedades crónicas puede no ser detectada durante algún tiempo y, algunas veces, ser descubierta sólo en exámenes para otros problemas.
La anemia puede ocurrir también en episodios agudos, como en ciertas anemias hemolíticas en que hay gran destrucción de hematíes. Los signos y síntomas aparecen con mucha rapidez, y la causa es determinada por datos del examen físico, de la historia clínica y de exámenes de laboratorio.
Aunque diferentes tipos de anemias tienen causas diferentes, los signos y síntomas pueden ser muy similares. La anemia leve o moderada puede causar pocos o ningún síntoma. Los más comunes son:
- Sensación general de cansancio o debilidad (fatiga).
- Falta de energia.
Otros signos y síntomas cuando la anemia se vuelve más intensa incluyen cefalea, mareos, sensación de frío o insensibilidad en las manos y los pies, palidez, falta de aire, pulso rápido o irregular y dolor torácico.
La anemia puede ser detectada por primera vez cuando se realiza un hemograma en un examen de rutina o para la investigación de otros problemas. El hemograma mide la cantidad y la proporción de los diferentes tipos de células en la sangre. Proporciona al médico información sobre la cantidad, el tamaño, la forma y la madurez relativa de las células en el momento de la extracción.
El examen del frotis de sangre y el recuento diferencial de leucocitos proporcionan datos sobre la causa de la anemia. Otros exámenes ayudan a determinar la causa de la anemia y orientar el tratamiento.