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Enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Enfermedades de transmisión sexual (ETS) Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), también llamadas enfermedades venéreas, son infecciones causadas por organismos que pueden transmitirse de una persona a otra durante la actividad sexual o contacto íntimo.

Como en muchos casos los síntomas son ligeros o ausentes, es posible la transmisión sin que las personas lo perciban. Por lo tanto, la clasificación de estas infecciones es importante para asegurar la detección y el tratamiento precoz. Los exámenes para el diagnóstico de ETS se recomiendan como rutina en adolescentes y adultos jóvenes, así como para enfermos que pueden estar en riesgo.

No tratar las ETS puede tener consecuencias significativas a largo plazo. Pueden causar esterilidad en los ambos sexos. En mujeres, pueden evolucionar a enfermedad inflamatoria pélvica, que aumenta el riesgo de embarazo ectópico. La infección por papilomavirus (HPV) también aumenta el riesgo de cáncer de cuello de útero. Las mujeres embarazadas o que desean quedarse embarazadas deben ser conscientes de que estas enfermedades no tratadas pueden perjudicar al bebé. La detección forma parte de los cuidados prenatales de rutina.

Las enfermedades sexualmente transmisibles más comunes se relacionan a continuación:

Infecciones bacterianas

• Clamidia (Chlamydia trachomatis) – Es conocida como «la epidemia silenciosa» es una enfermedad común y muchas personas no saben que están infectadas. Es una enfermedad bacteriana fácilmente curable con antibióticos, pero puede tener consecuencias serias si no se trata.
• Gonorrea (Neisseria gonorrhoeae) – No siempre causa síntomas, especialmente en mujeres, pero puede provocar esterilidad y otras complicaciones si no se trata con antibióticos.
• Sífilis (Treponema pallidu) – Infección bacteriana que puede pasar desaparecida con mucha facilidad. El primer síntoma es una herida indolora en el lugar de la exposición, que desaparece espontáneamente. La sífilis se trata con antibióticos. Si no hay tratamiento, se disemina por todo el cuerpo durante años y puede causar considerables lesiones en órganos.

Infecciones por protozoarios

• Tricomoniasis (Trichomonas vaginalis) – En mujeres, provoca vaginitis y uretritis. En hombres, puede ser asintomático o causar uretritis. Puede tratase con una dosis única de antibiótico

Infecciones por virus

• Papilomavirus (HPV) – Es un virus que infecta el área genital y, en algunos casos, provoca la formación de verrugas llamados condilomas. La infección aumenta el riesgo de padecer cáncer de cuello de útero. Actualmente se dispone de una vacuna para la prevención de la infección por el VPH.
• Herpes genital – El virus es responsable del surgimiento de eritema y vesículas dolorosas recurrentes en la región genital. Permanece para siempre en el organismo. Algunos tratamientos antivirales pueden aliviar los síntomas.
• Hepatitis B y Hepatitis C – Son infecciones virales que provocan inflamación del hígado. Pueden ser transmitidas por contacto sexual, aunque sean más comunes otras formas de transmisión. Ambos virus pueden producir formas agudas de la enfermedad que a menudo no causan síntomas o muy pocos, y también formas crónicas que acaban ocasionando enfermedad hepática grave y/o irreversible. Hay una vacuna para la hepatitis B, pero aún no se ha desarrollado una para la hepatitis C.
• Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH causa el SIDA. Destruye las células del sistema inmunológico, disminuyendo la resistencia del cuerpo a las infecciones. Aunque todavía no existe una cura, el tratamiento precoz con antivirales contribuyen a prolongar la vida de muchas personas.

Las parejas de personas con enfermedades de transmisión sexual (ETS) deben ser informadas y examinadas aunque no presenten síntomas. Y realizar el tratamiento adecuado en caso de estar también infectadas.