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Coagulación

Coagulación

Cuando las plaquetas y los factores de la coagulación circulan de forma inactiva, la sangre fluye libremente por el sistema vascular. Sin embargo, cuando se produce una lesión vascular, esta y la rotura resultante del endotelio dan lugar a la compleja respuesta hemostática.

Tanto el proceso de la coagulación como su contrapuesto, la fibrinolisis, incluyen diversas reacciones enzimáticas interrelacionadas y secuenciales.
Ambos procesos deben estar perfectamente regulados en el tiempo para asegurar que se forma el coágulo cuando sea necesario y que se destruye antes de que sea peligroso.

La hemostasia puede clasificarse de forma general en hemostasia primaria y hemostasia secundaria. En la hemostasia primaria participan fundamentalmente las plaquetas, mientras que en la hemostasia secundaria participan diversas reacciones proteicas en la sangre.

Tiempo de Protrombina (TP) y Ratio Internacional Normalizada (INR)

El tiempo de protrombina (TP) mide cuanto tiempo tarda en formarse un coágulo en una muestra de sangre. En el organismo el proceso de la coagulación implica una serie de reacciones químicas secuenciales conocidas como cascada de la coagulación. En este proceso, se produce una activación sucesiva de distintos factores de la coagulación que llevan a la formación final de un coágulo sanguíneo.

Existen dos vías por las que puede inciarse la coagulación en la muestra obtenida, conocidas como intrínseca y extrínseca. El tiempo de protrombina o INR evalúa la función de los factores de la coagulación de la vía extrínseca y de la vía común de manera integrada. Entre los factores evaluados se incluyen: factor I (fibrinógeno), factor II (protrombina), factor V, factor VII y factor X.

El INR o tiempo de protrombina evalúa la capacidad del organismo para producir un coágulo en un tiempo razonable; si cualquiera de los factores anteriores es disfuncional o está disminuido, el INR o tiempo de protrombina se alarga.

El TP se mide normalmente en segundos y se compara con valores obtenidos en individuos sanos. Para normalizar los resultados internacionalmente, un comité de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolló y recomendó el uso del INR o Ratio Internacional Normalizada junto al tiempo de protrombina (TP), en aquellos pacientes que están bajo tratamiento anticoagulante con acenocumarol (Sintrom®).

El INR consiste en un cálculo que permite minimizar los cambios debidos a los reactivos empleados, a la vez que permite comparar resultados entre distintos laboratorios.

Para esta prueba no se requiere ninguna preparación especial. En caso de estar tomando anticoagulantes, la muestra debe obtenerse antes de la dosis diaria.
El INR y el tiempo de protrombina (TP) se solicitan, a menudo junto con el tiempo de tromboplastina parcial (TTP) para evaluar la capacidad de coagulación de la sangre. El TP evalúa la vía extrínseca y la común de la cascada de la coagulación, mientras que TTP evalúa la vía común y la intrínseca. La utilización conjunta de TP y de TTP permite una evaluación integrada de todos los factores de la coagulación.

INR y TP se utilizan para monitorizar la eficacia de tratamientos anticoagulantes con acenocumarol (Sintrom®). Este medicamento tiene repercusiones sobre la cascada de la coagulación y contribuye a inhibir la formación de coágulos.
Si se está tomando un medicamento anticoagulante (acenocumarol), el médico verificará el TP/INR de manera regular para asegurarse de que el tratamiento funciona correctamente y de que el TP/INR ha aumentado de manera adecuada. No está establecida una frecuencia concreta para realizar la prueba. Se solicitará con suficiente frecuencia para asegurarse que los fármacos están consiguiendo el efecto deseado, es decir, están aumentando el tiempo de coagulación hasta un nivel terapéutico, sin causar sangrados excesivos o hematomas.

El TP puede solicitarse en una persona que no esté tomando tratamiento anticoagulante alguno pero con signos o síntomas de un trastorno de la coagulación.
También se solicita rutinariamente el TP junto con TTP para garantizar que no existe ningún trastorno de la coagulación previamente a una intervención quirúrgica o a un procedimiento médico invasivo.

Tiempo de Tromboplastina Parcial (TTP)

El tiempo de tromboplastina parcial (TTP) es una prueba que permite evaluar la capacidad de formación de coágulos. Mide el tiempo que transcurre (en segundos) hasta que se produce el coágulo cuando, en el tubo de ensayo, se añaden ciertos reactivos al plasma (porción líquida de la sangre).

El TTP evalúa la función y la cantidad de unas determinadas proteínas conocidas como factores de la coagulación, que son elementos esenciales en el proceso de la coagulación de la sangre.
Cuando se produce una lesión en un vaso sanguíneo o en un tejido y aparece un sangrado, el organismo pone en marcha un proceso conocido como hemostasia. En este proceso, unos fragmentos celulares conocidos como plaquetas se adhieren entre ellos en el foco de la lesión. Al mismo tiempo, se inicia la cascada de la coagulación, en la que se activan los factores de la coagulación. En el curso de esta cascada de la coagulación se forman unas hebras de fibrina que se entrecruzan entre ellas formando una red que se adhiere también en el foco de la lesión. Así, se forma finalmente un coágulo estable que impide pérdidas adicionales de sangre a la vez que permite que el tejido lesionado vaya cicatrizando.

Cada componente de este proceso hemostásico debe funcionar adecuadamente y estar presente en cantidad suficiente para asegurar que la formación del coágulo se producirá de manera adecuada. Si existe una deficiencia de uno o varios factores de la coagulación, o si alguno o varios de ellos no funcionan adecuadamente, es posible que el coágulo no se pueda formar y el sangrado no pueda controlarse.

Al realizar la prueba de TTP, se compara el resultado obtenido de la muestra del individuo con un intervalo de referencia establecido para el tiempo de coagulación. Si una persona tarda más en coagular, su TTP está prolongado. La prolongación del TTP puede ser consecuencia de un trastorno que disminuya o genere una disfunción de uno o varios factores de la coagulación. Más raramente puede ser atribuible a un trastorno en el que el organismo produce anticuerpos dirigidos contra uno o varios factores de la coagulación, repercutiendo por lo tanto en su función.

A veces, el TTP se prolonga debido a que el individuo está produciendo un tipo de autoanticuerpos conocidos como anticuerpos antifosfolípidos; estos interfieren con la prueba. La interferencia se produce porque estos autoanticuerpos van dirigidos contra unas sustancias conocidas como fosfolípidos, también empleadas en la reacción del TTP. A pesar de que los anticuerpos antifosfolípidos prolongan el TTP, su presencia en el organismo se asocia a una coagulación excesiva y por este motivo las personas que los desarrollan presentan mayor riesgo de formación de coágulos. El TTP puede ser útil en la evaluación de personas con signos y síntomas de coagulación excesiva o con un síndrome antifosfolípido.

A menudo el TTP se solicita junto con el tiempo de protrombina (TP).
Se debe puede hacer este análisis como parte de una investigación de un episodio de sangrado o de un episodio trombótico ,formación de un coágulo; para monitorizar el tratamiento anticoagulante con heparina estándar no fraccionada; como prueba de cribado antes de una cirugía u otro procedimiento invasivo o ante abortos de repetición.

Fibrinógeno

El fibrinógeno es un factor de la coagulación ,factor I, una proteína esencial para la formación del coágulo sanguíneo. Se produce en el hígado y se libera a la circulación cuando se necesita, juntamente a otros factores de la coagulación. Normalmente, cuando un tejido del organismo o una pared vascular están lesionados, un proceso llamado hemostasia permite la formación de un tapón en el sitio de la lesión para impedir o limitar el sangrado. Unos fragmentos celulares conocidos como plaquetas se adhieren y se agregan en el foco de la lesión, iniciándose así la cascada de la coagulación que supone la activación sucesiva de diversos factores de la coagulación.

A medida que esta cascada va completándose, el fibrinógeno soluble se transforma en hebras de fibrina insolubles. Estas hebras se entrecruzan para formar una malla o red de fibrina, estabilizándose posteriormente en el sitio donde se ha producido la lesión. La red de fibrina se adhiere allí junto a las plaquetas, para formar así un coágulo estable. Esta barrera impide pérdidas de sangre adicionales y permanece en el foco hasta que la zona ha cicatrizado.

Para garantizar un correcto proceso de la coagulación y la subsiguiente formación de un coágulo estable debe existir un número de plaquetas adecuado y suficiente cantidad de cada uno de los factores de la coagulación. Si los factores o las plaquetas no actúan correctamente o están en cantidades inadecuadas, por defecto o en exceso, se pueden presentar episodios de sangrado y/o se pueden formar coágulos inapropiadamente ,trombosis.

La prueba que mide la actividad del fibrinógeno evalúa la parte de la hemostasia durante la cual el fibrinógeno soluble se convierte en hebras de fibrina. Adicionando trombina a la muestra analizada, se consigue evaluar la función del fibrinógeno.

Se puede realizar el análisis ante sangrados o ante episodios trombóticos; cuando el tiempo de protrombina (TP) o el tiempo de tromboplastina parcial (TTP) están prolongados; si se tiene un familiar con una anomalía o un déficit hereditario del fibrinógeno; cuando precisa información adicional para evaluar el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.